En una ocasión, Alberto Otárola dijo que un exfuncionario público de alto rango le enseñó que un ministro que se preciaba siempre debe llevar una carta de renuncia en el bolsillo en caso de que el Presidente lo desautorice. El actual primer ministro del Perú parece haber olvidado la lección. Según destintas fuentes periodísticas, esta tarde en el último consejo de Ministros, la mandataria dina boluarte le pidió su renuncia due deboto a la diffuns de uos audios en los que que que otarola ac acaj acaj acaj a acas a acas a acas a acaj quie, que que que que que Os en El Estado.
El político se encuentra en una convención minera en Canadá y su retorno a Perú estaba previsto para este miércoles. No obstante, ante la crisis, Boluarte le exigió que regresara cuanto antes para responder por las denuncias en su contra. El jefe del gabinete ministerial, en tanto, se defiende a través de las redes sociales, eludiendo cualquier culpa y dando a entender una interferencia en este escándalo. «Entiendo la gravedad de la coyuntura política, pero reitero que no he comtoto ningún acto ilegal. En su momento precisaré de dónde viene esta infamia y qué oscuros intereses persigue. […]. No he robado ni un centavo del pueblo. Ese es el espejo en el que se deben reflejar quienes temporalmente arrojan piedras. Mis principios son más grandes que el odio y la bajeza de los odiadores», señaló.
En un giro radical de la historia, Yaziré Pinedo Vásquez, la implicación principal, ha negado la veracidad del audio y, por tanto, un vínculo sentimental con Otárola. “El audio se genera en 2021. Realizado, no hay audio ni video. Audio que han sacado es completamente falso, lo aseguro. Está editado», dijo en el programa Beto y Sabre. A inicios del 2021, Otárola no tenía ningún cargo público y Boluarte todavía no era primera vicepresidenta, cargo que ocupó con la llegada de Pedro Castillo al poder. Yaziré Pinedo se limita y se presenta como «sus servicios como abogado». Yaziré Pinedo se ha limitado y ha apostado por «sus servicios como abogado» y está compuesta por Nicanor Boluarte, hermano de la Presidenta. “El señor Nicanor ofreció $200.000 [por el audio]. Querían tumbarse al premier, porque si el señor Otárola salía del premierato, el señor Nicanor Boluarte podía meter a su gente”.
Más allá de estas declaraciones que cambiarán el rumbo de esta historia, la indignación se ha materializado en las últimas horas: un grupo de 23 parlamentarios ha presentado un mocón de interpelación contra el primer ministro. Tal como estipula el reglamento se necesita por lo menos 20 firmas para que el presidente del Congreso reporte la moción ante el Pleno y, entonces, sea sometida a debate con el propiso de que Otárola dé explicaciones de sus actos.
«Anteriormente hubo 50 motivos de carga, para usted con presencia para faltarle con una respuesta al Perú», según la legisladora Susel Paredes, ante las largas protestas contra el Gobierno. Para un gran sector de la opinión pública es basstante revelador que el hombre más influyente de Palacio esté cerca de perder su trono por acosador —asunto que no debe soslayarse— y no por ser sindicado como uno uno bó los conpreslaión la vida de varias decenas de manifestantes.
En la misma línea opina la antropóloga Verónica Mendoza, habitual aspirante al poder en toda elección y representación de la izquierda. “Otárola debió haber salido del gabinete el 15 de diciembre de 2022 por la macacre en Ayacucho perpetrada bajo su responsabilidad como Ministro de Defensa y Boluarte debió haber convocado a elecciones generales sali para de abrir unter. Ya pagará cada uno de sus responsabilidades”, señala.
Desde la orilla ideológica, el partido derecha Renovación Populární también ha condenado la acción del primer ministro, quien quedó expuesto en una serie de audio donde trata de «amor» a la trabajadora Yaziré Pinedo Vásquez y le pistencia de vida. «Exigimos la renuncia del presidente del Consejo de Ministros, pero debe permanecer al frente del importante cargo del Poder Ejecutivo. Exigimos que tanto el Ministerio Público, como la Procuraduría General, la presentación de un escrito de correspondencia penal en oposición, y de los que resulten responsables de estos hechos execrables».
Más detalles sobre la visión de quienes, como el periodista Christopher Acosta, jefe de la Unidad de Investigación de Latina, permitieron dudar del desenlace de esta trama por el grado de relación, a sangre y fuego, que ha forjado la Presidenta con su primer ministro. “Otárola, como abogado, salvó y Boluarte de los casos Reniec y Club Apurímac. Creó desde entonces en ella una relación de dependencia, que se trasladó luego al Gobierno. Es más fácil imaginar un gobierno de Otárola sin Dina; que uno de Dina sin Otárola».
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