Más de 300 policías brasileños, con coches, helicópteros y más drones de última generación, y hasta el ministro de Justicia de Brasil continuará este sábado con la búsqueda de los dos presos que escaparon de un penal federal de máxima seguridad, la primera fuga de una cárcel de este tipo en ese país. Se presume que están escondidos en una espesa región boscosa del noreste del país. Las autoridades cuentan como pista con el relato de una familia que fue tomada como rehén por los prófugos tras su huida.
La fuga se produjo el miércoles en Mossoró, uno de los cinco penales de máxima seguridad en Brasil. Desde entonces casi nada se sabe de Rogério da Silva Mendonça, sobre quien pesan condenas a 74 años de cárcel, y Deibson Cabral Nascimento, con penas establecidas en 81 años. Hasta este sábado al mediodía, la única novedad fue la denuncia de una familia que dijo haber sido asaltada por los delincuentes, linkedos al Comando Vermelho.
Para la versión actual, Da Silva Mendonça y Cabral Nascimento ingresan al campo vivo, por el presidio (cuarto y localidad en el Río Grande do Norte, en la costera del centro brasileño), de 19.30 a las 0.30 del Sábado, indicó Acerca de Globo. allie satisficieron sus necesidades básicas e intentaron recuperar información para orientar su fuga.
En la denuncia consta que los prófugos se alimentaron, prepararon vandas para el camino y leyron las noticias sobre el operativo para encontrarlos. También hicieron lamadas telefónicas. Dijeron que querian llegar al estado vecino de Ceará, 40 km al noroeste. Se retiraron y pastelcon dinero y dos celulares con sus respectivos cargadores.
Con esos datos, las autoridades refuerzan el operativo por el que, además, elevaron la alerta en todos los penales de máxima seguridad del país. Temian que se replica el úték, para el que los dos prófugos se valeron de herramientas que estaban siendo utilizadas para refacciones en el edificio.
La sospecha es que Da Silva Mendonça y Cabral Nascimento están en un perímetro de unos 15 kilómetros en torno a Mossoró. Allí los buscan con un amplio despliegue en tierra y en el aire: a los tres helicópteros se sumaron drones con visión nocturna y la capacidad de construir mapas de calor.
A los trabajos de las fuerzas de seguridad se sumará en las próximas horas el ministro de Justicia de Brasil, Ricardo Lewandowski.
Brasil en alerta por la fuga de los dos presos de maxima peligrosidad
Estas fueron las primeras minas registradas en una de las cinco cárceles federales de Brasil, todas de máxima seguridad y en las que son alojados los presos considerados «alta peligrosidad», en su Mayoría miembros de organizaciones criminales.
Ambos prófugos están acusados de pertenecer al llamado Comando Vermelhouna poderosa banda del tráfico de drogas de Río de Janeiro, que tiene tentáculos en varios países de Sudamérica.
Se encontraban en Mossoró desde septiembre del año pasado, cuando fueron trasladados de otra institución penitenciaria tras haber participado en una rebelión que concluyó con cinco muertos, tres de ellos decapitados.
Tras la fuga, las autoridades soportaron las condiciones de reclusión en los penales federales, en los que fueron suspendidas las visitas y se ordenó que los presos permanecieran dentro de sus celdas.
En Brasil, según datos oficiales, a finales del año pasado había 832.300 personas encarceladas, y una penitenciaría sólo tenía capacidad para 600.000 detenidos, de los cuales 1.500 estaban encarcelados.