Biden se repite a sí mismo en su estrategia para quedarse en la Casa Blanca

El presidente estadounidense Joe Biden tiene sus frases ingeniosas («Este no es el Partido Republicano del padre de ustedes»). Tiene patriotismo («Estos son los Estados Unidos de América, carajo»). Tiene una explicación basada en la geometría sobre cómo hacer crecer la economía («del medio hacia afuera y de abajo hacia arriba»).

Abran paso, Beyoncé y Taylor Swift. Biden tiene sus propios grandes éxitos y los sigue repitiendo.

Si usted ha escuchado uno de los discursos recientes del presidente, básicamente los ha escuchado todos, y seguramente seguirá escuchando los mismos estribillos en los meses que faltan para el día de las elecciones de 2024.

Los habitantes de Arizona, Nuevo México y Utah podrán disfrutar de la lista de canciones a partir del martes, cuando Biden haga una gira de tres días por el sudoeste.




El presidente Joe Biden, de vacaciones en Rehoboth Beach, Delaware, este jueves. Foto: AFP

Biden sabe dónde se encuentra el país en el curso de la historia («en un punto de inflexión»). Él sabe lo que necesita la clase media («un poco de espacio para respirar»). ¿Sabían que su esposa, Jill, es de Filadelfia? Sí, «se casó con una chica de Filadelfia» y «dormirá solo» si no hincha por los equipos deportivos de Filadelfia.

Estrategia de marketing

La repetición es una elección estratégica, con base científica en una sociedad repleta de distracciones. La gente necesita ver sus avisos de televisión y sus discursos decenas de veces antes de asimilarlos, cree su equipo de campaña. El presidente ha construido una carrera política de varias décadas repitiendo las mismas historias para explicar los principios en que se basan sus políticas.

“Eso es comunicación básica: elaborar un mensaje convincente y repetirlo una y otra vez”, dijo el director de comunicaciones de la Casa Blanca, Ben LaBolt, quien señaló que el marketing tiene una “regla de siete” según la cual un cliente generalmente necesita ver un mensaje al menos siete veces antes de hacer una compra.

LaBolt señaló que la mayoría de los votantes están ocupados llevando a sus hijos al fútbol, preparando el desayuno o yendo al trabajo. “No consumen noticias como si estuvieran sentados en la sala de reuniones de la Casa Blanca; hay que repetir un mensaje a lo largo del tiempo para que la gente lo recuerde”, dijo, y señaló que esto es cada vez más cierto en un entorno mediático fracturado.

Argumentos económicos

El presidente apuesta su reelección a convencer a un público desconfiado de que la economía es sólida como una roca debido a sus políticas.

Eso significa que Biden repetirá sus argumentos económicos con la esperanza de atravesar el barullo diario transmitiendo su mensaje con la frecuencia suficiente para que los votantes lo recuerden y lo acepten como verdad.

El pensamiento de la Casa Blanca es que los votantes se inclinarán por él si saben que su nuevo puente, nueva fábrica o exención de impuestos para un vehículo eléctrico provienen de los logros legislativos del presidente.

Incluso ha remarcado en sus discursos la importancia de la repetición.

“Tenemos que dejar que la gente sepa lo que hemos hecho, cómo lo hemos hecho y por qué lo hicimos”, dijo hace poco a los donantes en Chicago después de pronunciar un discurso sobre “Bidenomics”, término que ha utilizado al menos 39 veces durante el último mes en declaraciones públicas.

La chica de Filadelfia, Jill Biden, tiene sus propios cálculos sobre la frecuencia con la que su esposo despliega una de sus otras frases favoritas sobre la economía.

Joe Biden y su esposa Jill, este viernes, en el parque Gordons Pond en Rehoboth Beach, Delaware. Foto: AP


Joe Biden y su esposa Jill, este viernes, en el parque Gordons Pond en Rehoboth Beach, Delaware. Foto: AP

“Es el futuro de nuestros trabajadores, cómo fortalecemos la economía de abajo hacia arriba y del medio hacia afuera”, dijo en un evento reciente sobre la atención de la infancia. “Joe ha dicho eso, creo, un millón de veces”.

Los lectores atentos a los discursos del presidente notarán que, a veces, «el medio» y «de abajo hacia arriba» cambian de lugar. La primera dama lideró con «de abajo hacia arriba», mientras que su esposo últimamente habla más del «medio hacia afuera».

La repetición es una estrategia comprobada en el tiempo para los políticos de todas las tendencias y de todas las épocas.

Las repeticiones de Donald Trump

Donald Trump, el ex presidente y actual favorito republicano para 2024, prometió una y otra vez “construir el muro” en la frontera con México. Llamó a su oponente de 2016 «Crooked Hillary» (la corrupta Hillary) y se comprometió a «drenar el pantano» como un mantra. Le gusta recitar la letra de la canción de Al Wilson «The Snake» como un bis en un concierto.

El ex presidente republicano Donald Trump también acude a la repetición en sus discursos. Foto: AP


El ex presidente republicano Donald Trump también acude a la repetición en sus discursos. Foto: AP

Bill Clinton señaló que era un joven demócrata con la vista puesta en el futuro al hablar con frecuencia sobre la construcción de un “puente hacia el siglo XXI”. Los republicanos definieron a los demócratas en la década de 1980 como «liberales de impuestos y gasto». En su famoso discurso «Tengo un sueño», Martin Luther King Jr. usó la palabra «sueño» once veces.

Hablando en el Senado romano hace más de 2100 años, Catón el Viejo terminaba sus discursos con la famosa frase «Cartago debe ser destruida» (las fuerzas romanas hicieron exactamente eso años más tarde.)

“La repetición aumenta la retención”, dijo Kathleen Hall Jamieson, profesora de comunicación de la Universidad de Pensilvania. “No existe una regla estricta y rápida sobre el número de reiteraciones necesarias para producir retención. Los mensajes concisos y vívidamente expresados que emplean paralelismo y aliteración se recuerdan más fácilmente”.

Lo que Biden está tratando de hacer es un poco más complicado: usa la repetición para tratar de cambiar las opiniones decididamente negativas de los votantes sobre la economía porque los datos duros y fríos no han sido suficientes. La baja tasa de desempleo del 3,6% y la caída de la inflación durante el último año al 3% anual han hecho poco para impulsar su nivel de aprobación.

Sólo el 24% de los adultos estadounidenses definieron la economía como buena en una encuesta de junio realizada por The Associated Press-NORC Center for Public Affairs. Casi dos tercios desaprueban cómo Biden ha manejado la economía.

“Es difícil aumentar los niveles de conciencia sobre los logros de las políticas”, dijo John Anzalone, encuestador de Biden para 2020, planteando que la repetición es parte de la solución. “Al final, la gente sabrá mucho sobre las rutas, los sistemas de agua y la banda ancha que se están instalando en Estados Unidos”.

Los funcionarios de la Casa Blanca y el equipo de campaña saben que no es probable que el discurso habitual de Biden sea noticia nacional, particularmente porque sus viajes por el país se multiplican con la campaña.

Están más interesados en obtener cobertura local que haga que la gente tome conciencia de que sus políticas económicas están teniendo un efecto tangible en los votantes en la realidad.

Hay señales tempranas de que la gente está empezando a sentirse mejor con respecto a la economía. El Conference Board dijo el martes que la confianza del consumidor saltó a un máximo de dos años y que un indicador clave ya no marca una recesión.

Pero incluso con el mejor guion, la repetición no es infalible, e incluso puede convertirse en molestia si se exagera.

A los miembros de los medios de comunicación – que pueden recitar muchas de las frases del presidente palabra por palabra -, la exposición excesiva los lleva inevitablemente a restar importancia a aquellas que Biden más quiere resaltar.

El presidente lo reconoció en un evento de recaudación de fondos de junio en Chevy Chase, Maryland, cuando prologó una de sus historias repetitivas al admitir: “Me disculpo con la prensa por escucharme decir esto tantas veces”.

¿Esa disculpa? La ha repetido montones de veces.

Fuente: The Associated Press

Traducción: Elisa Carnelli

CB

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