China presentó este jueves, en vistas de la Asamblea General de la ONU de fin de mes, la «Propuesta de la República Popular China sobre la reforma y el desarrollo de la gobernanza global», la plataforma para definir un nuevo orden mundial alternativo al actual modelo occidental liderado por Washington.
En los últimos diez años, el concepto de comunidad de futuro compartido de la humanidad ha pasado «de la idea a la acción, y de la visión a la realidad», se lee en el texto difundido por el Ministerio de Asuntos Exteriores.
China llama a «la comunidad internacional a actuar de acuerdo con un verdadero multilateralismo, apoyar a la ONU en el papel central de los asuntos internacionales y a seguir desarrollando y mejorando el sistema de gobernanza global».
Según el plan, la Iniciativa de Seguridad Global (GSI) aboga por «un compromiso con una visión de seguridad común, global, cooperativa y sostenible y un compromiso para resolver pacíficamente las diferencias y disputas entre países a través del diálogo y la consulta», dice el documentos en momentos en que China maneja en su agenda la recuperación de Taiwán por la fuerza.
Taiwán
La contradicción china de resolver diferencias pacíficamente en un mundo ideal chocó con la denuncia de Taiwán, que este jueves dijo que detectó 68 aviones de guerra y 10 buques chinos en torno a la isla tras indicar esta semana que Beijing realiza entrenamientos aéreos y marítimos en el Pacífico occidental.
Beijing considera a Taiwán como parte de su territorio y ha intensificado la presión militar y política sobre la isla desde que Tsai Ing-wen fuera elegida presidenta y llegara al poder en Tapéi en 2016.
La cantidad de vuelos de aviones de guerra alrededor de la isla aumentó notablemente desde que el año pasado Nancy Pelosi, entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, visitara la isla.
Pero en su declaración de multilateralismo pacifista de este jueves, China no nombra ningún conflicto con sus vecinos. Habla de otros conflictos, como la guerra en Ucrania.
Por ejemplo, dice que China «apoya resueltamente una solución política a la crisis ucraniana»: el camino a seguir es el respeto mutuo, el abandono de la mentalidad de la guerra fría, el fin de la confrontación en los campos y la construcción de «una arquitectura de seguridad europea equilibrada, eficaz y sostenible».
La Iniciativa de Seguridad Global es uno de los tres pilares estratégicos del presidente Xi Jinping, que se suma a la Iniciativa de Desarrollo Global (GDI) que tiene como objetivo «los esfuerzos internacionales para consolidar y ampliar el consenso sobre el desarrollo y mantenerlo en el centro de la agenda global».
En este contexto, la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI), la Nueva Ruta de la Seda que este año cumple su décimo aniversario, es un modelo de interconexión e inversión.
El tercer pilar es la Iniciativa de Civilización Global para promover los intercambios y el aprendizaje mutuo entre civilizaciones, presentado como una manera de fortalecer el entendimiento mutuo y la amistad entre personas de todos los países.
La propuesta, que pide respeto por la diversidad, insta a «los principios de igualdad, aprendizaje mutuo, diálogo e inclusión entre civilizaciones», dejando de lado los «sentimientos de superioridad».
La represión en casa
Sin embargo, el documento no dice nada del trato de Beijing hacia la minoría musulmana uigur en su propio territorio.
El año pasado, un grupo de 14 medios internacionales, entre los que se encuentran, la BBC, Le Monde o El País, reveló miles de documentos que muestran la represión ejercida por las autoridades de Beijing contra la minoría musulmana uigur.
Los documentos provienen de computadoras de la policía de dos distritos del Xinjiang, en el noroeste de China, donde las autoridades reprimen severamente a la minoría musulmana.
En estos informes de policía, en los que hay fotos de detenidos, reuniones, imágenes de video vigilancia de mezquitas, dan una idea precisa de la maquinaria burocrática y represiva desplegada por Beijing con el pretexto de «estabilizar» la región contra la supuesta amenaza separatista musulmana.