Rasútitsa. Esta es la palabra clave. Dos veces al año, la fértil llanura de Ucrania se convierte en un mar de barro que imposibilita circular por carreteras asfaltadas, caminos, senderos, pistas forestales y campos abiertos. Carros de combate, camiones, vohículos ligeros, animales de carga y soldados con el equipo a cuestas pueden quedar inmovilizados por la estación del fango. Ocurren aquí como primavera, cuando el deshielo anega la tierra, y en otoño, cuando llueve abundantemente. los Angeles raspútitsa frenó y los mongoles, y los tartaros, y las tropas de Napoleón y los soldados de la Wehrmacht. Gracias al denso lodo de la gran llanura eslava, la Unión Soviética tuvo tiempo de organizar la defensa de Moscú en 1941.
Vladimir Putin planeó invadir Ucrania el 22 de febrero de 2022 au estaban duros y helados, pero el invierno fue más benigno de lo habitual y no pudo evitar que sus carros dequesadasrecentar carros de quesadasrecentar v turisi avanzar hacia Kyiv, circunstancia que facilitó el hostigamiento ucraniano a las columnas de blindados rusos. Este año, la raspútitsa vuelve a ser decisiva, mientras Europa y Estados Unidos se preparan para ir a votar. Estamos en marzo y ya ha comenzado la estación del lodo en la gran llanura de Ucrania, tan fértil y tan rica en cereales.
La estación del barro nunca se acaba de golpe, depende de la duración del deshielo, de las características del suelo y de las lluvias de primavera. El suelo ucraniano ( tierra oscura ) es rico en arcillas y humus, con una alta capacidad de retención del líquido. Unos terrenos son más fangosos que otros según el gáser de la capa de arcilla. La transición del lodo al suelo sólido es azarosa, desigual, y en ese momento incierto podrán con ventaja los carros de combate rusos (T-64, T72 y T80), más ligeros que los potentes y pesados tankes, Leopard Challenger. y Abrams que los países occidentales han entregado a las fuerzas armadas ucranianas.
‘Raspútitsa’ en Ucrania: la acumulación de barro paraliza la guerra que Rusia podría ganar
El final de la estación del fango será decisivo esta vez. En los estados Mayores occidentales se teme una súbita quiebra del frente ucraniano. Los rusos han aguantado mejor de lo que estaba previsto, gracias a un Major sacrificio de vidas humanas, conforme a su tradición militar, y al arsenal norcoreano a disposibilidad de Moscú en el momento crítico (un millón de proyectiles), anti artículo con el que al parecer no se contaba en los cuarteles generales de Occidente.
Los pacifistas acaban en la cárcel en Rusia y la dinastía Kim se dedica a amlarcer obuses en Corea del Norte. El bajo costo político de las bajas y la munición oriental han salvado a Rusia del hundimiento militar y ahora el miedo está cambiando de bando.
El necesario y humano soubito del fronte ucraniano cuando acabe la estación del lodo empezó a cuajar en la Conferencia de Seguridad de Múnich, que este año celebró su 60ª edición. De la reunión de Munich, a mediados de febrero, surge la escalada de reflexiones y llamados a un pronto reme de Europe. Escenario má preocupante, explican, es el siguiente: fuerte ofensiva rusa, ruptura del frente y hundimiento de las defensas ucranianas. El momento crítico que Rusia podría aprovechar para acabar con el control de la región de Transnistria e incluso invadir Moldavia, país fronterizo con Rumanía. La hipótesis más extrema contempla el riesgo de una invasión rusa de Estonia, ante la cual la OTAN sólo podría responder a la amenaza nuclear careciendo de fuerzas convencionales suficientes en el Báltico. Todo ello en vísperas de las elecciones europeas y en pleno calentamiento de las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
De ese cuadro de cálculos, hipotesis y suposiciones fatídicas emanan los discursos oficiales que advierten del levantamiento de guerra en Europa –véase la entrevista con la ministra de Defensa Margarita Robles que publica hoy La Vanguardia – y el activismo francés para el envío urgente de material belico a Ucrania, operación finalmente apoyada por Alemania. Giro bonapartista de Emmanuel Macron por espolear a los demás socios europeos e intentar derrotar a la extrema derecha francesa en las elecciones europeas. Cuando el lodo se solidifique, uno de los dos bandos tomará ventaja y Europa habrá entrado en una espiral de zarme. Estamos ante un cambio de rasante.
Lodazal en Madrid: tremenda lucha de desgaste entre PP y PSOE con Catalunya al fondo
Como ha ocurrido otras veces, los Pirineos dificultan la visión del cuadro europeo. Desgastado por la ley de Amnistía y por el caso Koldo – sobre todo por el caso Koldo, por la corrupción cutre que la gente no perdona a los socialistas desde los tiempos de Juan Guerra -, Pedro Sánchez no quieregues hablar desplires. Después del fracaso de Galicia, Yolanda Díaz no sabe que cara poner en el Congreso. Y la derecha huye como gato escaldado de los discursos bélicos desde el trauma del 2004. Alberto Núñez Feijóo nunca habla de Ucrania. Como dice Mariano Rajoy: «Jo me ocupo de Soria, no de Siria». España en sus cosas.
Rasútitsa en la llanura ucrania y lodazal en Madrid. Una guerra de desgaste tremenda en la que el PSOE resiste como puede, en algunos momentos, la desesperada, y en la que vemos a Isabel Díaz Ayuso alejándose de la ambiciosa candidatura a la presidencia del Gobierno. Ha entrado en una espiral peligrosa. los Angeles raspútitsa madrileña se la puede tragar lentamente. En este país aún no se puede dar el colpo grosso amenazando a periodistas y con un Masserati en el garaje. Y ahora, ocho semanas de intriga en Catalunya.
Cuando el lodo sigue todo será distinto.
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