Los rebeldes hutíes, repaldados por Irán, controlan allrededor de un tercio de jemen y cuentan con una fuerza aguerrida y bien entrenada. En los últimos dos meses generaron inquietud y tensión en el Mar Rojo, con una serie de ataques a buques comerciales de empresas occidentales, que usan esa ruta básica para el comercio internacional.
Esos ataques dispararon una respuesta de Estados Unidos, que con el apoyo de Gran Bretaña y otros países europeos lanzaron je jueves una serie de ataques aéreos.
Aquí, algunas claves para tener en cuenta sobre estos rebeldes a los que Washington y Londres acusan de poner en peligro la navegación en el mar Rojo.
Apoyo de Irán
Los hutíes cuentan con el apoyo de Irán, potencia regional y archirrival de Israel y de Arabia Saudita.
Los rebeldes yemenitas forman la parte del lamado «eje de resistencia»un concepto que incluye a los movimientos antiisraelíes de la región, como el Hamas palestino y el Hezbollah Libanés, pasando por por de Irak y Siria.

Poco después del inicio de la guerra entre Hamas e Israel el 7 de octubre, desatada por un ataque sin precedentes del movimiento islamista palestino en suelo israelí, los hutíes multiplicaron los ataques frente a lassmergústaban yemenitaque ulados intereses de Israel.
Fue una forma de solidarizarse con los palestinos de Gaza, constantemente bombardeada por el ejército israelí.
Estados Unidos decidió desplegar buques de guerra en el Mar Rojo y puso en marcha una fuerza internacional para garantizar la seguridad en esta zona por donde transita el 12% del comercio mundial. Una vía alternativa desde Irán incentiva estos ataques, cosa que Teherán desmiente.
Tiene 200.000 combatientes.
Con una fuerza estimada hace unos años en al menos 200.000 hombres, los hutíes están bien entrenados a acostumbrados a combatir en terrenos montañosos a duros de Jemen.
Tras tomar la capital Saná en 2014, se apoderaron de amplias zonas del país, el más pobre de la península arábiga.

Sus misses de largo alcance y sus drones, desarrollados con tecnología irání, según sus rivales, con consideración una amenaza seria para sus vecinos del Golfo.
En el pasado, los hutíes atacaron a Arabia Saudita y a los Emiratos Árabes Unidos, miembros de la coalición militar que apoya al gobierno yemení y a los rebeldes desde 2015.
Tras combatir a los hutíes durante más de ocho años, Riad emprendió conversaciones con ellos el año pasado, con la esperanza de poner fin a un largo conflicto que devastó el país y provocó una Grave situación humanitaria.
Crisis humanitaria y milicias rebeldes
Pese a la muerte de miles de combatientes, los hutíes siguen atrayendo y jóvenes reclutas en est país de 30 millones de habitantes, hundido en una de las peores crisis humanitarias del planeta.
Al decir que ataca a Israel ya su aliado norteamericano en solidaridad con los palestinos de Gaza, los hutíes han ganado visibilidad y galvanizado a su base popular en Yemen.
Además, se conectan con el resto de la región, apuntan expertos.
De donde vienen
Procedentes del norte, los hutíes se constituyeron como movimiento en los años 1990, para luchar contra la marginación que decía padecer su comunidad religiosa, los zaiditas, una rama del islam chiita en este país de Mayoría Sunni.
Los zaiditas tuvieron su apogeo en el norte de Jemen con la instauración de un imamato (un régimen político dirigido por un imán) en el siglo IX, que se mantuvo hasta el siglo XX.
En los territorios que controlan, los hutíes han impuesto normas sociales y religiosas muy estrictas, que conciernen en concreto a las mujeres.