El catálogo de Netflix tiene diferentes pasadas y aquellos que nos dedicamos a rastrear a hablar de los estrenos de series. Un proyecto puede no tener ningún atractivo aparente, sin rostros conocidos o un tráiler decente, y de repente te lo encuentras en el podio de las series más vistas porque el catálogo posición bien el título. Pero, mientras no todo lo que sale en la lista de series populares del catálogo es un auténtico esxito, sí lo está siendo la miniserie británica. Engaños. La serie de cuestionarios ha adecuado hablar incluyendo el fenómeno: en sus redes primeros días ha acumulado 238 millones de horas vistas, lo que se traduce en 37,1 millones de visionados. Desde eso Miércoles Desembarcó en noviembre de 2022 que no veíamos un dato semanal tan astronómico. Y la serie es mala de narices.
En sus network primeros días acumula 37,1 millones de visionados, cifras no vistas de ‘Miércoles’ a finales de 2022
Maya Stern (Michelle Keegan) es toda su marido. Por lo que pasó, justo juntos por la calle de noche y, jaco comprueba el espectador, su suegra (Joanna Lumley) no parece precisamente una mujer en la que se pueda confiar para obtener apoyo para cuidar a suegra. En estos cinco primeros minutos, sin embargo, también se revelan dos piezas importantes de información sobre el pasado reciente de la protagonista.
La hermana de Maya fue tiroteada en su propio hogar, a priori sin conexión con el asesinato del marido, y la protagonista arrastra secretos o traumas «de aquello que pasó en el ejército». El espectador solitario necesita un secreto real para la amiga y Maya para la niñera, amiga de toda la vida de su familia política, para iniciar el misterio: en las grabaciones, tras llegar a difunto ve a marido.
Engaños es una adaptación de una novela de Harlan Coben, el autor estadounidense que nos castiga desde los noventa con libros adaptables a la televisión. Esto implica que las pistas para resolver el caso se exponen de una forma tan obvia que solo falta un cartel en pantalla que avisa al espectador de que debe tomar apuntes: los diálogos tienen la sutleza de una letra de Shakira.
Pieza a pieza, el espectador tiene una garantía: el misterio será una acumulación de traumas pasados, secretos ocultos y casualidades que, a pesar de resolverse (de forma artificiosa), no ofrecerá una historia completa al espectador. Porque para contar una historia se necesitan personajes y lo que hay en pantalla son instrumentos para sorprender al espectador con trucos baratos. Y, cuando una serie necesita una decisión estúpida tras otra para impulsarse, es que uno está delante de un mal guion.
Para contar una historia se necesitan personajes y en pantalla solo hay instrumentos para sorprender al espectador con trucos baratos
¿Cómo puedes tener un pasado en las fuerzas de seguridad, ver las imágenes más impactantes de tu carrera y enfrentarte a la niñera sin guardar una copia del archivo? ¿En qué contexto tiene sentido ser una madre funcional y respetable y tener expuestas armas automáticas en casa como si fueran obras de arte? ¿Y Cómo Puede Ser que Cada Revelación Entierre Todavía más la errática de la protagonista?
Medio de este horror sin palativos, los actores de recientes interpretaciones vergonzosas, que parecan escenas dramáticas de una película porno al uso, aquellas que el espectador de mano inquieta se salta para ir a lo bueno. Pero quizás los actores fueron inteligentes y entendieron que, ante una obra tan catastrófica, no merecía la pena invertir ni un cachito de su talento, como si las cámaras del set estuvieran malditas y se lo pudieran robar. Eso es todo.
En medio de este horror sin palatitivos, los actores ofrenciones embarazosas interpretaciones, más propias de una película porno