Los republicanos han metido a la Cámara de Representantes en un callejón sin salida. El extremista Jim Jordan, el candidato al que apoya el expresidente Donald Trump para presidirla, ha perdido este viernes la tercera votación para el cargo. Ha salido derrotado por mayor margen a pesar de que ha sido el propio Kevin McCarthy, destituido hace 17 días, el que se ha tragado el sapo de nominarle en el pleno. Ni siquiera eso ha servido para vencer las resistencias de los republicanos moderados, que rechazan plegarse a uno de los miembros más radicales de su partido. Jordan ha logrado solo 194 votos, a 23 de los que necesitaría con todos los congresistas presentes y 5 menos que en la anterior votación.
El nuevo fracaso de Jordan deja a la Cámara inoperante el mismo día en que el presidente, Joe Biden, ha solicitado la aprobación de un paquete de 105.000 millones de dólares con ayuda destinada sobre todo a Ucrania, pero también a Israel, a asistencia humanitaria en la franja de Gaza y a reforzar el control de la frontera con México. Para salir adelante, necesita la aprobación tanto del Senado, de mayoría demócrata, como del Congreso, dominado por los republicanos y bloqueado en estos momentos.
En su intervención ante el pleno, McCarthy ha presentado a Jordan diciendo que es “un legislador efectivo”, lo que ha desatado las risas y burlas desde la bancada demócrata, pues no ha propuesto una sola ley en sus años de congresista. El expresidente de la Cámara ha argumentado que su trabajo como presidente de la comisión judicial es más importante que haber redactado él mismo un texto legal.
Los demócratas también se han reído y protestado cuando McCarthy ha descrito a Jordan como alguien que busca acuerdos y compromisos. Jordan fue señalado por la comisión parlamentaria que investigó el asalto al Capitolio por su papel para intentar anular la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales de 2020. Es miembro cofundador y miembro destacado del Freedom Caucus (Grupo de la Libertad), al que pertenecen los miembros del ala radical del Partido Republicano en la Cámara. Ha sido un fiel defensor de Trump y un perseguidor implacable, casi inquisitorial, del actual presidente, Joe Biden.
“Ser speaker no es un trabajo fácil, especialmente en este grupo”, ha reconocido McCarthy. “Pero he visto que Jim ha pasado toda su carrera luchando por la libertad pase lo que pase, sin importar las probabilidades. Y sé que está preparado para el trabajo”, ha añadido. Enfrente, la demócrata Katherine Clark le ha definido como “una amenaza para la democracia”.
Amenazas de muerte
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Varios de los congresistas republicanos que rechazaron han denunciado públicamente presiones y amenazas para apoyar a Jordan que han resultado contraproducentes. “Una cosa que no puedo soportar ni apoyar es a un matón”, ha dicho en un comunicado la representante republicana por Iowa Mariannette Miller-Meeks, que votó en contra de Jordan en la segunda votación y asegura haber recibido a raíz de ello “amenazas de muerte creíbles y un aluvión de llamadas amenazadoras”, que ha denunciado a las autoridades.
“En cuanto se intenta influir mediante grupos externos que tratan de intimidar, en ese nanosegundo, se acabó”, dijo el representante Mario Díaz-Balart, uno de los que se han opuesto desde el principio al candidato trumpista, que se ha desmarcado de las amenazas.
En la tercera votación, Jordan ha perdido apoyos frente a las dos anteriores, pero no parece dispuesto a tirar la toalla. “Ha habido múltiples rondas de votaciones para presidente antes. Todos lo sabemos. Solo sé que necesitamos un speaker lo antes posible para poder trabajar para el pueblo americano”, había indicado horas antes de la votación en una rueda de prensa.
En la primera votación, le dieron la espalda 20 republicanos y en la segunda, fueron 22 los que le negaron el voto. En la tercera ha habido ha habido 25 deserciones y dos ausencias en su grupo, pese a que Jordan se ha estado reuniendo con los republicanos que le han negado el apoyo. “Sigo siendo candidato a la presidencia de la Cámara de Representantes y pienso ir al hemiciclo, conseguir los votos y ganar esta elección”, había dicho por la mañana en un acto en el que aparentemente ha cerrado la puerta a la opción de dar poderes temporales al presidente interino, Patrick McHenry, para evitar la paralización de la Cámara.
Tras la tercera derrota de Jordan, McHenry ha declarado un receso. No se sabe cuándo habrá una nueva votación.
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