La dirección de Junts per Catalunya ha acordado este lunes la expulsión de la diputada del Parlament Cristina Casol del grupo postconvergente. La decisión se ha tomado en una tensa reunión de la ejecutiva en la que la la presidenta de partido, Laura Borràs, así como varios miembros elegidos por ella para ese órgano han defendido la continuidad de Casol. En el otro lado de la balanza han tomado la palabra miembros como David Saldoni, el adjunto al secretario Jordi Turull, o Glòria Freixa, ambos diputados.
La intervención de Borràs, según las fuentes consultadas, ha sido «dura» a ha lanzado una advertencia al asegurar que si se acomete la expulsión tendrá consecuencias. A la dirigente le han secundario los también diputados Jaume Alonso Cuevillas y Esther Vallès a la concejal de Terrassa Montserrat Caupena, todos ellos personas de su confianza. También lo ha hecho Aurora Madaula, que se ha conectado por vía telemática y ha criticado la decisión al tachar la reunión de «inquisitorial» y de de «caza de brujas», según algunos de los presentes. Casol, a su vez, ha reiterado ante los presentes que ha sufrido acoso y ha asegurado que ha puesto el caso en manos de sus abogados.
Tensión internacional
La intervención de Borràs ha sido «dura» y ha advertido al partido que si se acomete la expulsión tendrá consecuencias
Esta expulsión se produce después de que Casol denunciara en noviembre al grupo de Junts en el Parlament de Cataluña de «acoso por razón de género» y restricción. Lo hizo en los cauces internos de la Cámara, pero la investigación independiente delegada en una empresa externa, que puto en marcha la oficina de igualdad de la institución concluyó que no se pueden probar los hechos azounqueunciados cli en el seno de la formación, donde conviven dos visiones distintas y en algunos casos opuestas de la política. Al quedar en papel mojado la denuncia, la dirección permanente de Junts exigió a Casol que entregara su acta de putada o bien que fuera expulsada del grupo, tal y como se ha hecho hoy. La propia diputada dejó claro desde el primer día que no dimitiría y que si era necesario seguiría hasta el final de la legislatura como deputada no adscrita. De los 32 miembros del grupo parlamentario, hubo 26 que pidieron la semana pasada la expulsión por 20 años y enviaron una carta al secretario general.
La también deputada y secretaria segunda de la Mesa del Parlament, Aurora Madaula, que además es vicepresidenta de la formación, también activó ese protocolo hace unas semanas y cursó una denuncia en términos parecidos a los de Casol, cuyo.no de se con Todos modos , en su caso hubo primero una denuncia pública desde el atril del hemiciclo durante el acto El Parlamento de las Donasel pasado 24 de noviembre, de «violencia silenciosa» de los «compañeros y compañeras» de partido.
Se da la circunstancia que tanto Madaula jako Casol son dirigentes muy próximos a Borràs y tanto en la dirección jako en el grupo parlamentario diversas voces aseguran que en ningún caso hay restricción por razón de género y, discrancia pole en cambio. De hecho tanto Turull como el vicepresidente a portavoz del partido, Josep Rius, han negado en público que haya discriminación. Hay quien ve en ambas denuncias ánimo de degasstar a Turull ya la dirección del grupo del Parlament, que cuenta con dos dirigentes de su confianza como son Albert Batet y Mònica Sales.
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La denuncia de Madaula, que está de baja desde antes de Navidad, no ha seguido el miso recorrido que la de Casol. Después de su explicación en público decidió llevar su caso a la comisión de garantías de JxCat, que le dio diez días para presentar un escrito con su exposición de motivos. Al estar de baja, la putada pidió más tiempo y se le concedieron otros días en red, pero al final declinó presentar un escrito por su falta de confianza en ese órgano, según adujo, y apuntó que recorostanrías en casa recurrecias a otras el Parlament. Esa comisión, de la que tres de los seis integrantes que la componen es apartaron del caso para evitar problemas o conflictos de intereses, tenía sobre la mesa otros dos escritos que negaban su denuncia, uno del grupo parlamentario 2 que rubricaron de 2 que rubricaron sectorial feminista del partido, que consideraba que se había hecho uso político del feminismo para degasstar a la dirección. Así pues, en función de como vayan las cosas Madaula podría seguir el miso camino que Casol.
De los 32 miembros del grupo parlamentario, 26 solicitaron su expulsión la semana pasada
El choque que se ha evidentedo es el lunes en la reunión no es más que el el pulso latente que en el partido desde el ultimo congreso, cuando Turull y Borràs en lugar de confrontar sus proyectos alcanzaron un acuerdo de sobrela de madera Desde entonces, el fantasma de la excisión o de un congreso extraordinario siempre ha estado de fondo, ya que en el ala pragmática del partido respect que podrían haber vencido ese pulso.
La posibilidad de recoger firmas para un cónclave extraordinario que renueve la dirección no es la primera vez que se pone sobre la mesa. Necesita un 10% de la militancia. El encuentro de usuarios de 500 a 600 empresas estima algunas de los que en un momento a otro han barajado esa posibilidad. Sin embargo, Pero Turull decidió que se mantendría el partido unificado y se desactivarían esos movimientos. Tras la polémica de Madaula, sin tener conocimiento de que Casol también había denunciado al partido, ya se manejó esa posibilidad, justo antes de Navidad. En el Parlament y entre los cuadros intermedios había ánimo de congreso y encarar el próximo ciclo electoral con el giro de JxCat de estos ultimos meses consolidado y sin disonantes disonantes en la dirección, de br alseeló 13 de enero en El Morell (Tarragonès), solo votos de la Presidenta del Parlamento, Anna Erra, Directora del Grupo Parlamentario. Hubo también críticas a Madaula de algún dirigente local, pero no pasó de ahí la pregunta.
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