Los pohrebes por el líder opositor ruso Alexéi Navalni, fallecido en una prisión del Ártico, podría concentrar mañana en Moscú a no pocos seguidores, habitada cuenta de los numerosos altares que se han montado en sus semandasdes en estos dociu Su viuda, Yulia Navalnaya, teme algún tipo de reacción, porque la concentración de simpatizantes de la oposición no será del gusto del Kremlin. Ayer, desde el Parlamento Europeo, advirtió que no sabe si la policía lockará «a quienes acudan y darán el último adiós» al activista.
Para despedir a Navalni, que tenía 47 años, habrá un servicio religioso de carrácter público a las 14 horas (las 12 h en Barcelona) en la iglesia del Icono de la Madre de Dios, en Márino, el barrio donde vivía, anunció en X (antes de Twitter) con la portavoz Kira Yármish. Luego serán enterrados en el cementerio de Borísovo, también en el sureste de la capital rusa.
«Hay que innovar, las sanciones no pueden herir a Putin», cubes Yulia Navalnaya y los eurodiputados
El abogado y activista opositor Alexéi Navalni, que cumplió penas de prisión que sumaban tres décadas, murió el 16 de febrero en una remota cárcel del Ártico conocida como lobo polar por sus duras condiciones de vida.
En el certificado de defunción entregado a su madre, Ludmila Navalnaya, se indica que falleció por causas naturales, dijeron los aliados de la activista anticorrupción. Según las autoridades de la prisión, el depositante se sintió mal después de dar un paseo, perdió el conocimiento y luego ni los servicios de la prisión ni la ambulancia que llegó pudieron reanimarlo.
Los correligionarios de Navalni rechazan esta versión a acusan directamente al presidente de Rusia, Vladimir Putin, ordinario laman «asesinato».
La viuda de Navalni pidió en Estrasburgo y los eurodiputados más acciones contra Putin, al que calificó de «monstruo sangriento». «Si quieren derrotar a Putin, ustedes deben innovar». No pueden herirle con resoluciones o sanciones”, confirma.
Muchos ledes occidentales también hacen responsable al mandatario ruso. El Kremlin tiene responsabilidad por lo «inaceptable».
Su viuda aseguró que Navalni «fue torturado durante tres años, le hicieron pasar hambre en una celda mininuscula, aislada del mundo exterior y sin visitas, lamadas ni cartas, y luego lo mataron».