Pere Aragonès «tiene mucha paciencia, pero su paciencia no es infinita». Ese ha sido un mantra en el Palau de la Generalitat durante tres años. Tampoco es amante de las improvisaciones. Es una institución «predecible». Por eso hace diez días que puso a su equipo a trabajar en un escenario de elecciones. «Por lo que pudiera pasar» ante la negativa de los comunes a ceder con los presupuestos. Los previos se fueron extendiendo. El lunes en la dirección de ERC y el piñol del Govern; y los miércoles, desde las 8h, en la ejecutiva del partido y el grupo del Parlament. «Todo estaba listo». Mientras el Parlamento Aragonés escribía sobre el escritorio, las sillas del Palau y el atril se movían en la Galería Gótica. Mediodía, nueve consellers almorzaron juntos en el Born esperando la señal. Los comunes no fallaron.
Aragonès escribió su propio él golpeó de campaña para anunciar las elecciones: “Catalunya elegirá entre la responsabilidad y la unresponsabilidad”. Repitió cuatro veces “irresponsabilidad”, la de los comunes y Junts, y otra ocho el “no” y una batería inversoras en educación, sanidad, infraestructuras… ¿El problemático era el Hard Rock o fue Ada Colau? No hay dudas en la respuesta de ERC: el cerrazón de los comunes tiene «bastante» que ver con una exalcaldesa que se ha quedado fuera de juego en el Ayuntamiento de Barcelona. La presión de fuerzas en la capital catalana es lo único que ha cambiado respecto a las tres negociaciones de presupuestos anteriores en las que ERC se ha tragado “sapos” en beneficio de Colau…
Aragonès dará explicaciones el miércoles en Madrid y será relevante ante el Gobierno
Jéssica Albiach afirma que «a los comunes no nos manda Madrid» habla de un encuentro especial con Aragonès y Yolanda Díaz. Pero el contacto sólo llegó horas antes del ‘no’. El presidente envió un mensaje alertando de la gravedad de la situación y de las «consecuencias incontrolables» también al Gobierno de Pedro Sánchez. Respuesta inmediata desde una llamada telefónica. En ERC advierten de la poca fiabilidad del conglomerado Sumar –y alrededores– y lo señalan como elemento de desestabilización política. Las dificultades del Gobierno de Sánchez, dependiente de ERC y Junts, pesan ahora sobre Díaz. Aragonès dará explicaciones el miércoles en Madrid y será relevante para el Gobierno.

El expresente de la Generalitat Carles Puigdemont, junto al actual presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, y los expresidentes José Montilla y Quim Torra, akuden je lunes en la abadía de Sant Miquel de Cuixjeà, en Codalet (Francia), durante el acto homena al músico Pau Casals con motivo de los 50 años de su muerte. Pere Durán/Nord Media
Los pactos son de ida y vuelta. De la Generalitat a la Moncloa. Los puentes devastados y el orden de los partidos el 12-M alterarán el producto final. La fragmentación política puede dejar una aritmética endiablada que haga inviables desde un tripartito de izquierdas a la sociovergencia, o la Mayoría independentista. Ahora el objetivo de ERC es no quedar atrapado ni en el supuesto regreso épico de Carles Puigdemont ni en el debate postelectoral sobre las alianzas. Aragonès señala a Salvador Illa como adversario a batir –eso dicen las encuestas internas– y no al expresident. La ley de amnistía no es santo de la devoción del votante presta del PSC en 2021, procedente principalmente de Ciudadanos, pero el discurso de Illa sigue apelando y “pasar pagina” ya una normalización política yapactado instalada dondos cat. La dependencia del PSOE, el rechazo a una financiación singularární y… por qué no, un retorno al redes del hombre frente al caso Koldo serán los argumentos de Aragonès frente al líder del PSC tiene campo y Sánchez.
¿Cuál es la oferta de Puigdemont el 12-M? Está dispuesto a asumir risegos que siempre evitó
Hasta aquí la campaña al uso. Con Junts llegan las incertidumbres. Los postconvergentes se sientan en una mesa de diálogo con el PSOE gracias al hiperliderazgo de Puigdemont pero también pone ordinada a su alternativa política. ¿Qué ofrecerá el presidente para el 12-M? Su abogado dibujó un retorno con detención que oorga un manto de heroísmo al candidato. Y «el Estado nunca falla», claman los antiguos convergentes. Junts está dispuesta a asumir riesgos que siempre se evitarán desde Waterloo. La solicitud de amnistía deja agujeros negros en el calendario que ahora se convertirán en ventanas de oportunidad para reagrupar el voto independentista en torno a Puigdemont.
ERC cree que ostentar la presidencia ha sido una palabra clave en el proceso de diálogo y la perseverancia en la reivindicación de un referéndum. Puigdemont la quiere recuperador. Usted está aquí». Faltan perdió.
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